No todos esperamos las vacaciones para viajar a la playa. Conoce los beneficios que te brinda viajar a la montaña y las experiencias que puedes vivir con un paseo de este tipo.
1) Los beneficios físicos son incontables
Hacer montañismo no sólo desarrolla tu fuerza y resistencia, además va a facilitar tu dieta (más que nada porque no encuentras McDonalds en las cumbres, gracias a Dios), además es fácil darte cuenta de que la comida poco saludable no aporta la energía necesaria. Esta actividad también entrena tus pulmones, una progresión que notarás de inmediato.
2) Verás lugares que muy pocos pueden ver
Todos podemos ver espectaculares fotografías, pero ¿no preferiríais vivirlas? El tiempo y el esfuerzo que requiere ascender una montaña no están al alcance de todos. Cuando pisas una cumbre puedes estar bastante seguro de que eres de una minoría y de que el paisaje que contemplas lo han visto pocos ojos.
3) Conocerás gente especial
Los senderistas y alpinistas son, por lo general, gente interesante. Siempre encontrarás cosas en común para compartir. Son positivos, fuertes, confiables y felices de encontrarse en el lugar que les arranca sonrisas. No pierdas la oportunidad de hacer amigos o unirte a algún grupo de montaña. El objetivo de todos es el mismo: disfrutar de la belleza que ofrecen los espacios salvajes.
4) Entenderás porque sentimos la llamada de las montañas
Las montañas tiene algo especial, algo de magia quizá. Puede que sea por ese contraste entre el peligro y la hermoso, o porque nos ponen en nuestro sitio y nos hacen sentir pequeños. Aunque no las escales, sabes que sientes esa conexión que te atrae hacia ellas, allí donde los problemas de la vida se disuelven, donde importa el siguiente paso, el siguiente vistazo al paisaje. La vida sucede más lenta. Más bonita.
5) Te enseñan paciencia, persistencia y gratitud
Escalar una montaña es algo muy lejano a ser sencillo. No sólo las exigencias físicas te pondrán en jaque, también las mentales. Aprendes a no rendirte, sabes que hay una recompensa más allá que vale la pena el esfuerzo. Puede llevarte meses, intentos fallidos y hasta dolor, pero lo vas a lograr. Alcanzar una meta, un sueño, es una sensación adictiva.
6) Te muestran la importancia de proteger el entorno
Después de contemplar como lucen los lugares que no han sido tocados por el progreso humano te entrarán ganas de protegerlos. Puede que hasta llegues a entender porque hay tantas reglas que cumplir en los Parques Nacionales y que lo agradezcas. Quizá hasta empieces a reciclar más, utilizar menos cosas innecesarias y reutilizar las que necesitas.
7) Te enseñan a ser positivo
Si tienes pensamientos negativos a la hora de acometer una ascensión ya tienes todas las papeletas para fallar. Decirte que algo es imposible nunca te va a ayudar, aunque ciertamente lo sea… por el momento. Siempre puedes hacer más de lo que crees, confía en ti mismo.
8) Es la mejor manera de disfrutar de los pequeños placeres de la vida
Una severa escalada de seis horas, bajo un frío mordiente o un calor abrasador, harán que disfrutes como nunca de un trago de agua fresca o de un té caliente. Entenderás que podemos estar muy agradecidos por cosas que creemos garantizadas.
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